Y aqui me encuentro en la oficina esperando a que el reloj de las 19:00.
Como si esa hora marcase el inicio de mi vida.
Pero realmente no es mas que un recreo, una pequeña libertad antes de volver a esta exclavitud no abolida.
Las siete, como los siete pecados, como los siete enanitos, siete novias para siete hermanos, siete días de la semana, que para mi sólo empiezan a las siete, cuando por fín soy libre.
Vuelvo a mirar el reloj, bostezo y me entretengo mirando la pantalla de mi ordenador... es verano y hay tan poca gente aqui dentro...
Karol Conti.
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