miércoles, 31 de octubre de 2012

Cucharadas

- Pues a mi me encanta que llueva. Escuchabas en silencio y sostenías esa taza de chocolate caliente mientras las llamas iluminaban el salón desde la chimenea.
- ¿En serio?a mi ya no, se me mojan las botas.
No sabia si debía intentar buscarle algún sentido a aquella frase, así que me limité a comerme a cucharadas el
Chocolate.
- ¿Y lo bien que huele después? Dije tras dos o tres segundos de mirada perdida entre las llamas.
Por fin sonreíste y juntas nos comimos a cucharadas tu pesimismo.
Karol Conti

martes, 30 de octubre de 2012

Luna llena.

Hay veces que miramos al cielo y nos sentimos mas cerca y menos pequeños. Sentimos la necesidad de abrazarnos los unos a los otros o de estrechar nuestras manos en sinceros lazos.
A veces nos quedamos un rato en silencio mirando nuestras caras iluminadas por esa luz blanca y sonreímos sintiéndonos, una vez más, tan cerca de todo que ya nada significa lo mismo.
Somos unas manchas diminutas que coinciden, que tienen la suerte de estar viviendo en el mismo momento y al mismo tiempo.
Unas manchas diminutas con energía intensa, que en noches como esta brillan con la luna inmensa.
Karol Conti.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Batalla!

Tengo que acabar con todos. Estoy preparado para ello y ya no me importa no conocer los motivos o no tenerlos.
Se que nadie podrá detenerme de otra manera que terminando con mi vida, y estoy dispuesto a dar fin a la de cada uno de los que se interpongan en mi camino.
Es curioso lo poco que me importan sus vidas lo poco que empatizo con sus sentimientos...
Empieza la batalla y ni siquiera me preocupa que la sangre me salpique la cara.
Los mato a todos y el silencio reina ahora en esta ciudad derruida. Levanto mis brazos victorioso y disfruto de tan dantesca imagen, no hay nadie con quien compartir mi alegría, estoy completamente solo...
dejo el mando de la play sobre la mesa y llamo a mi hermano, él siempre ha sabido reconocer una buena partida.

lunes, 22 de octubre de 2012

Colores!

¿De qué color eres? Aquel pequeñín me miraba y esperaba a que contestara su pregunta.
Le sonreí y le contesté que dependía de la estación del año. El también sonrió pero después, algo más serio, continuo - pues dicen que yo soy negro. Ahora estiraba la mano delante de sus ojos que empezaban a humedecerse, dicen que soy negro porque ven mi piel ¡menuda cosa! me lo dicen como si yo no tuviera espejos o no mirara mi reflejo en los charcos antes de pisarlos.
El pequeño me miraba atento cuando le cogí la mano y se la lleve junto al corazón. ¿Negro dices? ¿Sientes este ruido? Son millones de colores golpeando tu pecho.
¿De verdad? Sonrió él ¿ Y como hago para que salgan?
Verás, estos colores son con los que pintas cada sonrisa, cada beso y cada abrazo, solo tú sabrás como usarlos.
Eres un pequeño con suerte.
Me rasco la barbilla y continuo, Si, un pequeño arcoiris ¡Menuda suerte!
¿Sabes qué? Me dijo entonces el pequeño, sabia que no eras de color blanco.
Y los dos, en silencio, nos dimos un abrazo de todos los colores.

domingo, 21 de octubre de 2012

Diseñadora de ilusión y fantasía.

"Bienvenidos al mundo mágico de la adivina Jana". Las dos te escuchábamos con atención esperando que llegara el momento de entrar a ese mundo fantástico que nos habías preparado.
Las luces apagadas y cada cosa fuera de su sitio, sillas convertidas en túneles, mantas voladoras y lluvia de cojines. Y de nuevo tú disfrazada con aquella sonrisa que tanto nos gustaba.
¿Os leo el futuro? Sostenías la bola de cristal como si de verdad fuera mágica y nos contabas lo guapas y fantásticas que seriamos cuando fuéramos mayores, sin sospechar que nosotras deseábamos ser como tú, nuestra prima favorita, diseñadora de ilusión y fantasía.
Karol Conti.

sábado, 20 de octubre de 2012

Papeles

Al fondo de la mesa, tú y tu montón de papeles y esa taza de té con la bolsita enrollada en la cuchara, apuntalando todas tus ideas.
En el otro extremo yo, incapaz de dejar de mirarte y pensando en convertirme en lobo de los tres cerditos y soplar y soplar...
En ese momento levantas la cabeza y dejas el último de los papeles en el montón con un débil suspiro
- por fin... terminé.
Entonces parece que buscas algo en la mesa, finalmente lo coges entre tus manos y sin pensarlo das un trago de té, el derrumbamiento es inevitable y solo atino a decir... "y sopló y sopló y la casa destruyó".
Karol Conti.

viernes, 19 de octubre de 2012

La tormenta perfecta!

Fresas, una tarta llena de fresas, con un montón de chocolate escondiendo miles de fresas secretas colocadas sobre un bizcocho en forma de flor. La pequeña Inés no había dudado ni un segundo y aun seguía añadiendo fresas a su descripción de la felicidad mientras que Juan, sentado en silencio en su pupitre intentaba dibujar la suya.
La maestra al verle tan concentrado se acercó hasta él y soprendida por su representación le preguntó - Juan, ¿Por qué has dibujado una tormenta?si cuando llueve no podemos hacer nada, hace frío, se llena todo de barro... ¿Acaso no has entendido el ejercicio?
El niño levantó la vista del papel, sonrió a su maestra y le dijo... Porque está apunto de salir el arcoiris, mamá ya estará apunto de abrir la ventana y cerrar los ojos para tomar aire y decir "Qué bien huele" Papá ya habrá ido corriendo a por las botas de agua para que salgamos con él a pisar charcos y mi perro estará nervioso en la puerta moviendo el rabo, dispuesto a ganarnos la carrera a todos...
Karol Conti.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Del revés.

Las patas de la silla estaban encima de la mesa y en el suelo aquella lámpara encendida como si la casa estuviera del revés. Los pensamientos que entraban por la chimenea empezaban entonces a llenar las hojas que se apilaban bajo la mesa en aquella estantería descolgada.
Es mi mundo,dijo el poeta, cuando entró aquella señora por la puerta dando gritos como si aquello fuera la zona cero de algún siniestro. Tu mundo está en mi casa señorito y mientras vivas en este techo... El pequeño poeta terminó la frase al unísono con su madre, quien no dudó en abandonar el cuarto dando un portazo, tan fuerte que casi derrumba los sueños del poeta.
De no ser porque aquel golpe tiró la chincheta que sostenía un folio del revés, nunca hubiera recordado la casa del árbol que diseñó hace tiempo subido a la copa de aquella sombra y, seguramente, sus sueños se habrían ido perdiendo.
Pero a la mañana siguiente, después de mucho trabajo y algún que otro descanso, su sueño era ya una realidad.
La mejor casa del mundo - exclamó el poeta - pero si tiene el tejado en la base y la entrada en lo más alto - gritó aquel señor en bata desde el jardín, - papá mis ideas se pierden en lo recto de este universo ademas éste es ahora mi hogar, ningún verso se perderá por culpa de un techo que les hace rebotar.