sábado, 19 de enero de 2013

Amigos para siempre.

Dicen que no es más que mi mundo, que no existe.
Mis profesoras no atienden a mis inventos, quizá cansadas de que no lleve ninguno a cabo, presos del papel. Pero no entienden que él no me deja. Se empeña en que no es el momento, que aún no podemos realizarlos.
¿ Por qué no les hablas de ti ? Le pregunto cada vez que me descubro castigado por su culpa o teniendo que pedir perdón por las cosas que hace.
Y entonces él, con aquella risa que me estremece, me recuerda que las cosas se hacen a su manera, y me deja ver en nuestros pensamientos de lo que sería capaz si decido desobedecerle, si me atrevo a contarle a alguien que existe.
Y es cierto, lleva tanto tiempo dirigiendo mis días que no le costaría nada convencer a todos de que soy yo, en lugar de él, el amigo invisible.
Karol Conti. 

Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas, le
pregunto porqué no me las tomo y dejamos de ser amigos. Estoy cansado de llorar cuando me descubro castigado por su culpa o teniendo que pedir perdón por las cosas que hace.
Y entonces él, con aquella risa que me estremece, me recuerda que lleva tanto tiempo dirigiendo mis días que no le costaría nada convencer a todos de que soy yo, en lugar de él, el amigo invisible.

Karol Conti

No hay comentarios:

Publicar un comentario