miércoles, 2 de mayo de 2012

Perdidos.

El sol calienta el banco donde estoy sentada junto a ti. Pasa el tiempo pero detengo el reloj tratando de entender tus silencios, rendida levanto la vista, quizá buscando una respuesta y las agujas vuelven a avanzar con su suave tic tac.
A lo lejos la noria no para de dar vueltas, no hay aire y su movimiento se vuelve inexplicable, dudas en el viento.
- Soy yo, dices rompiendo el silencio, no termino de encontrar la dirección, ni el camino.
Una fuerte brisa golpea en ese momento mi cara y se dibujan miedos en forma de agua.
No te preocupes, dices, es el trazo del
Mapa no el destino aquello que se esconde.

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