Empieza a desmaquillarse, ha sido una jornada muy larga.
Mira el algodón teñido de sueños y lo vuelve a impregnar en crema.
Con el espejo como único testigo abandona lo poco que le aferra a esta vida que tanto trabajo le ha costado conseguir.
Sólo ella sabe su secreto y ella es la única capaz de esconderlo.
Ahora a media luz, observa en silencio el reflejo de un extraño en su espejo.
Como cada noche, vive su peor momento al acostarse sintiendo que lo hace dentro de otro cuerpo.
Karol Conti.
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